La sangría debe su nombre a su color que recuerda a la sangre, por lo que siempre debe hacerse con vino tinto. Si se elabora con vino blanco, debemos llamarla sangría blanca; también es frecuente utilizar cava en lugar de vino y en ese caso la identificamos directamente como sangría de cava.
Solo vino. Aunque es frecuente añadir algún licor tipo brandy, coñac o similar, en la auténtica receta de sangría no hay más alcohol que el del vino tinto. En cuanto a la calidad del vino, cuanto mejor sea el vino, mejor estará la sangría y menos recuerdo nos dejará en la cabeza.
Con frutas. Respecto a la fruta, según dicen los puristas, si no lleva melocotón no es sangría, aunque además puede llevar otras frutas, las que más nos gusten. Recomendamos usar frutas de verano, siempre frescas, no valen melocotones en almíbar ni piñas de lata. Es conveniente que las frutas sean duritas, tipo manzana, plátano y similares, mejor que frutas con mucha agua como peras, etc., pero eso queda a gusto del consumidor.
La maceración. Otro requisito importante es el tema de la maceración de la fruta. Si hacemos la sangría y nos la tomamos de inmediato, la fruta no habrá impregnado de aromas al vino ni se habrá macerado en él, por lo que el intercambio de sabores entre una y otro no se producirá. La sangría es una bebida con sabor a fruta, no lo olvidemos.
Pero tampoco nos hemos de pasar con la maceración o la fruta fermentará. El consejo del experto es que la sangría se haga con dos horas de antelación a la hora de su consumo, y eso lo vamos a notar en el sabor. Si esas dos horas la tenemos en la nevera, luego no hará falta añadir mucho hielo para tomarla bien fría, y así evitaremos que pueda aguarse.
Con o sin azúcar. Otro consejo: evitar la acumulación de azúcar; en realidad, mejor sin azúcar, sólo con el que le aporte la fruta, pues el azúcar ayuda a que el vino se suba antes a la cabeza. Siempre se sirve con una cuchara de palo dentro de la jarra para evitar que caiga la fruta y que además vendrá bien para remover de vez en cuando.
Ingredientes para 6 personas
1 litro de vino tinto, 2 melocotones, 2 naranjas, 1 limón, 2 plátanos, 1 manzana, 75 ml de agua, 2 cucharadas soperas de azúcar, 1 palo de canela, 330 ml (1 lata) de bebida carbónica (gaseosa o refresco de naranja o limón)
Cómo hacerlo. Para hacer esta bebida típica veraniega, comenzamos disolviendo el azúcar en 75 ml de agua caliente para formar un almíbar, si deseamos que tenga dulzor, y lo que facilitará su disolución en el vino. En un recipiente amplio o un bol grande, ponemos el vino y el almíbar y añadimos el zumo de una naranja removiendo para que se mezcle bien.
Vamos pelando las frutas y cortándolas en trozos pequeños, lo que facilitará su posterior maceración. Hacemos esa operación con todas a excepción de la otra naranja que no pelamos sino que cortamos en gajos o medias rodajas. Echamos todos los pedazos de fruta al bol con el vino y añadimos el zumo de un limón y un palo de canela, dejando que repose entre dos y tres horas para su maceración.
Una vez haya macerado nuestra pócima, se vuelca a una jarra transparente y se sirve la sangría acompañada de unos cubos de hielo, adornando si se quiere con una larga peladura de naranja como adorno.
Si se desea se puede añadir una bebida carbónica tipo gaseosa azucarada o un refresco de naranja o de limón, aunque conviene añadirlos en el momento de servir para que conserven su gas y no al principio porque ralentiza la maceración. Normalmente se sirve en vasos o copas amplias con alguna fruta que también se puede comer.
Aunque esta receta de sangría para el verano no está "enriquecida" con otros licores, esta bebida es dulce y entra muy bien, no debemos olvidar que tiene bastante alcohol. La mezcla de alcohol con calor y sol puede darnos alguna sorpresa, por lo que es recomendable ser moderados con el consumo y que lo hagamos acompañando la bebida con algo de comida.
Disfrutad del verano y de la sangría.